En estos días de frenética actualidad política y de futuros gobiernos, poco se recuerdan los grandes problemas estructurales que continúan condicionándonos nuestra realidad.
Se habla de pactos, de condiciones, de líneas rojas; pero las verdaderas líneas, sean rojas o de cualquier otro color, dónde mejor se dibujan son en los mapas. En un mapa es dónde una línea, una ralla, posee más valor intrínseco, sin olvidar la mano que la dibuja. Esa mano es la que detenta el poder, la que traza los lugares o coordenadas por las que discurre la línea.
En el mapa peninsular actual hay una línea roja que destaca por su necesidad de actualización. Esa línea, dibujada por los romanos, a partir de las trazas de los iberos, es la Vía Avgvsta, hoy le decimos Corredor del Mediterráneo.
El futuro de la Península Ibérica pasa por aquí, por este corredor; Europa lo sabe, Madrid también, pero no interesa.
Todos los grandes centros urbanos de la Costa Mediterránea; des de Cádiz a Barcelona, pasando por Málaga, Murcia, Alicante, Valencia, Castellón y Tarragona, recorrido ibérico de la Vía Avgvsta de los romanos, tienen comunicaciones, mas y mejores, entre ellos y Madrid, que entre ellos mismos, y esto penaliza el desarrollo del corredor, Madrid lo sabe y lo controla a su antojo, la visión aznariana del Mediterráneo es ésta.
Seguramente por no tener un modelo alternativo a esta visión radial del país, el único modelo defendido desde la profunda peninsularidad continua afirmándose en el mapa. Europa hace lo que puede, la Unión Europea está en manos de los estados, rien a faire.
Ya hace tiempo que se sabe que los estados son un obstáculo al desarrollo de la Unión. Idealmente a Bruselas gustaría tener como interlocutores territoriales a las regiones y no a los estados, desde la caída del muro, éste era el gran reto; reunificar Europa a partir de las regiones y no los estados. Si el futuro del corredor del Mediterráneo dependiese de las negociaciones entre Europa, Catalunya y la región de Valencia, ya estaría hecho.
Si nos centramos en las relaciones entre la región de Valencia y Catalunya el reto es mayor, difícil, pero estimulante y con el éxito asegurado. El retomo de las relaciones institucionales de estas dos regiones debería orbitar en el renacimiento, la potenciación y la modernización del Corredor del Mediterráneo.
El proyecto de la T valencia de la alta velocidad que pone de espaldas a Catalunya la ciudad de Castellón y encara Valencia hacia, exclusivamente, Madrid y el interior peninsular, intenta romper las lógicas del corredor del Mediterráneo. Tarragona también está de espaldas a la región de Valencia, la alta velocidad la comunica con el interior peninsular y con Barcelona, y el ferrocarril entre Tarragona y Valencia deja mucho que desear; el guirigay de nuevas y antiguas estaciones en la provincia de Tarragona es el mejor ejemplo, no hay modelo.
Catalunya y la región de Valencia tienen que rellenar, que redibujar el mapa que existe entre Castellón y Tarragona. El gran reto de la Generalitat de Catalunya pasa por Tarragona, sobretodo con las infraestructuras y su conexión con la región valenciana. Redescubrir la Vía Avgvsta.
Valencia debería saber, y sabe, releyendo su historia, que su mejor futuro ha sido siempre de la mano de Barcelona. Relegar la región valenciana a ser un territorio auxiliar de Madrid, seria condenar a la región valencia a unas lógicas territoriales que le son exógenas, que son antinaturales. Lo mismo que a Barcelona y a Catalunya les interesa recuperar el tiempo perdido con Valencia, y saber que la mejor manera de conectarse a Europa, al futuro, es conectarse, mas y mejor, entre ellas y Europa.
La esperanza geográfica en la nueva política está en que ésta sepa y sea capaz de producir una nueva geografía, y esta nueva geografía es la geografía del Corredor del Mediterráneo.
Como decía mi profesor de geografía en Boloña, Franco Farinelli, la geografía hace tiempo, mucho tiempo, que no descubre nada nuevo. Y que la geografía moderna estaba condenada a redescubrir, a volver a descubrir los modelos territoriales de otras épocas que mostraron su solvencia. En nuestro caso se trata, pues, de redescubrir la Vía Avgvsta.
En Valencia, conscientes de este reto, de redescubrir la Vía Avgvsta, desde buen comienzo del nuevo gobierno regional han puesto a un buen geógrafo a trabajar en ello, veremos si Catalunya responde a la llamada.
@jaumecasanas
Buenísmo, como siempre.
Jaume, eres un crack.