Desde un buen principio, pensé que esta legislatura iba a ser muy geográfica, políticamente hablando.
Cada día que pasa se confirman los indicios que se entreveían a finales del año 2011.
Cuando se sufre una crisis, de la magnitud de la actual, todo o casi todo se pone en cuestión, es una especie de revolución, una revolución sin ruido, sin sables, pero que todo lo que toca lo transforma.
Seria una revolución sin masas, tan intangible como los valores que se cotizan en bolsa.
Pero, ¿que efectos geográficos se entreven?
Se habla y se hablara de las autonomías, de si se deben suprimir, si se deben potenciar, que hacer con ellas.
Que quede claro, que la legislatura del PP, es el segundo acto de una misma función. El primer acto fue la última legislatura del PSOE.
El PSOE, el zapaterismo, un intento de modernizar el socialismo español, se quedo en el camino, sobre todo en la modernización del socialismo, materializo el primer acto de una comedia. La comedia era; situar España y lo español a nivel global, y eso pasaba por centralizar, recentralizar el país.
De que manera podríamos re-centralizar un país? Pues con la construcción de la red de AVE (tren de alta velocidad), que no por caso muestra una extensión radial, y no existe una alternativa al no pasar por Madrid.
Esta red permite recontextualizar España. Sevilla, Albacete, Cuenca, Valladolid, Zaragoza, Valencia y un sin fin de capitales provinciales esparcidas por el territorio estatal, se convierten en “barrios” de Madrid.
La red AVE, combinada con la irracionalidad en la ordenación del territorio provoca un efecto contrario al deseado, y esto se refleja en las tendencias. Resulta que comunicar las capitales provinciales con la capital del estado, no provoca el efecto deseado, en vez de hacer crecer el desarrollo de un territorio, tal vez mal estructurado, el AVE provoca el efecto contrario, vacía el territorio, i la población y con ella la riqueza real y potencial se traslada hacia el “centro”, donde se producen todas las sinergias avisticas, es decir, Madrid.
Lo que aparentemente parecía una modernización del país, incluso se hablaba de europeización de España, no era otra cosa que modernizar el mensaje del conde-duque Olivares, intento de recentralizar un país desde, por y para Madrid.
El estado está en crisis, ni hablar del Corredor del Mediterráneo, pero si del AVE a Galicia, ni hablar de autonomizar los aeropuertos, Spanair, una ilusión de la ilusión se ha quedado por el camino, pero Iberiaexpress esta allí.
Se habla de equilibrar las cuentas del estado, cuando al mismo tiempo, se desequilibra el territorio estatal.
Los presupuestos del estado, demuestran que no es una cuestión de números, sino de estado, la crisis económica, se transformo en una crisis social, y acabará siendo una crisis de estado, no de nación.
Queda mucha legislatura, queda mucha crisis, pero seguro que se continuará hablando de territorio y de indicios territoriales.
@jaumecasanas